Revistas y estilistas proponen este año el corte Shag, una interpretación del peinado más popular de la década de los ochenta, el Mullet, que llegó a todos los rincones de la galaxia lanzado en 1970 por el músico David Bowie (Ziggy Stardust) en su etapa glam rock.
El Mullet lo lució absolutamente todo el mundo; deportistas, transportistas, actores, actrices, dealers, heavys, modelos, profesorado…hasta convertirse en un signo estético identificativo de los ochenta, fue el peinado “quinqui”, que es una palabra también muy ochentera. El Shag es un peinado a capas, desfilado, que crea un efecto de mechones separados, como el Mullet, pero más redondeado alrededor de la cabeza, al estilo de los rockeros Joan Jett o Rod Stewart, y de otras muchas celebrities.
Para transportar el Shag a la actualidad, se recomienda suavizado en las melenas y hasta con flequillos largos y lacios sobre la frente con un resultado flower power, o media melena con raya en medio, tipo Jennifer Aniston o Meg Ryan, referencias estéticas más bien de los noventa.
Mientras nos ponemos de acuerdo en las décadas pasadas en las que se inspira la actualidad, lo cierto es que el corte a capas con distintos acabados es la tendencia de este otoño 2015, y resulta muy efectivo, ya que recorta las puntas agotadas del verano y da al cabello un aspecto renovado.